Boletín
Editorial
En la situación actual la economía se privilegia por encima de la salud, preocupa la reapertura de empresas y la necesidad de elaborar protocolos de bioseguridad ajustados a la actividad empresarial, han ido apareciendo los personajes que creen saber y conocer el significado de Seguridad y Salud en el Trabajo y desde una cómoda posición de las redes ofrecen cartillas, formatos, aplicaciones y toda suerte de “ayudas” para cumplir la ley.
Algunos incautos y empresarios deshonestos se acogen al “cumplimiento”, tal vez el cumplo y miento; pagan cifras irrisorias por algo que desde todo concepto de ética profesional está mal hecho, no obstante, prevalece la figura del más “vivo” y se le rinde pleitesía.
Se encuentran en el mercado variedad de documentos “formatos” sin que estos cumplan íntegramente la norma, por lo general es un documento básico o copia sobre el manejo de la pandemia, no aplican la norma, ponen a personas incompetentes a evaluar y capacitar a personas sobre estos mismos protocolos, todo se hace por cumplir nada por prevenir, cuando algo salga mal, ¿quién sufre las consecuencias? Como siempre el trabajador, víctima de los inescrupulosos.
Eso es claro ejemplo de lo ocurrido en los lugares de trabajo, la cultura del cuidado no existe, la prevención menos, la ausencia de compromiso es total tanto de empleadores como de empleados, así entonces ¿cómo proteger al trabajador?, la verdad es que el reto es grande para aquellos que en verdad sienten con pasión esta profesión.